Asabedi

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jueves, 30 de noviembre de 2017

DESDE PEQUEÑOS.

Desde pequeños.

Cuando surgen problemas en el desarrollo del niño de cualquier tipo lo más importante es la detección precoz y más rápida posible de estos para poder trabajarlos. La atención temprana nos permite detectar sintomatología,trabajar capacidades y hacernos una idea de qué es lo que se debe trabajar y reforzar.
Muchos de ellos se detectan en las Escuelas Infantiles. La figura de la educadora infantil en muchas de las ocasiones es crucial e indispensable ya que son personas por las que han pasado muchos niños y conocen la evolución y el desarrollo de estos. Saben perfectamente la edad y los parámetros estipulados a la hora de comienzo o finalización de conductas ,aprendizajes o desarrollo madurativo y psíquico. Actúan cómo voz de alerta cuando se presenta alguna discapacidad.
La educación infantil en las Escuelas Infantiles es la base,la base para la sociabilización y el contacto con los iguales,el primer desapego emocional y físico de la madre,la interiorización de primeros aprendizajes como controlar esfinteres,aprender a comer (de comidas molidas o líquidas a enteras y sólidas),figuras geométricas,colores,conteo,valores como convivir y compartir...
La labor de estos profesionales y esta etapa es muy importante para su desarrollo y sobre todo si hablamos de niños con necesidades educativas especiales.
Paqui Barberán nos ha dado su punto de vista más personal sobre el tema. Ha trabajado como educadora infantil en la Escuela Infantil municipal de nuestra localidad y ha tratado la discapacidad muy de cerca de forma profesional y personal.
Ha vivido la discapacidad desde muy pequeña y la ha tenido muy de cerca, en el seno de su familia. Familia que lo ha llevado con naturalidad,lo han aceptado, que está llena de buenas personas y llena de valores como la solidaridad, el apoyo a los demás y el compromiso, los cuales han sabido trasladarlos a sus hijos con el lema de “no podemos arreglar el mundo pero si el trocito en el que vivimos”.
Nunca han visto una discapacidad como una carga o responsabilidad sino como seres especiales que necesitan un cuidado y un trato especial y distinto que cabalgan a otro ritmo y con capacidades diferentes los cuales están cargados de enseñanzas y pueden cambiar nuestra forma de concebir y ver la vida. Enseñanzas como la empatía y el amor. Hacer las cosas simplemente porque amamos,respetamos y aceptamos a las personas tal y como son.
Personalmente he tenido la suerte de conocerla,estar cerca de ella y realizar unas prácticas bajo su supervisión en mi época de estudiante. He podido observar y vivir el trabajo de estas profesionales desde dentro. Personas comprometidas con su trabajo y que ofrecen una trato impecable a los más pequeños.
Muchos de los padres con los que me he entrevistado para la la realización de algunas de las historias de este blog han coincidido que gracias a la labor de las educadoras de las Escuelas Infantiles han podido detectar que algo no iba bien con sus hijos.
El mimo y el amor hacia estas personitas es inmenso y su trato el apropiado y más si se trata de niños con necesidades especiales.
Durante esas prácticas tuvimos en nuestra clase niños con discapacidad. Al principio se iba con una gran incertidumbre y un cierto miedo en su trato y cuidado pero comprendes que son niños y necesitan su espacio y tiempo para jugar y relacionarse. Los niños con discapacidad generalmente están rodeados de adultos y tienen conciencia cuando se habla de ellos y las expectativas que se tienen sobre estos. Necesitan tener su espacio, respirar y jugar con sus iguales. Aunque tengamos miedo en delegar su cuidado en otras personas o dejarlos hacer ciertas cosas debemos mirarles desde un segundo plano, nos sorprendería ver de lo que son capaces de hacer y cómo se relacionan.
Se aprende mucho de las personas con discapacidad, aprendizajes en lo profesional y personal. Nos damos cuenta que este aprendizaje nos llena profundamente y que siempre va en doble dirección.
Paqui Barberán ahora es madre e intenta que su hijo se forme en un ambiente donde la diversidad forme parte de lo cotidiano,donde todos tengamos cabida y valorar a cada persona por lo que nos puede aportar. Que crezca y se desarrolle con los valores que ella misma adquirió de sus padres, de su familia a la cuál ama y respeta.
Desde mi humilde persona gracias a los educadores que se dedican ha formar a personas desde pequeñas en valores y en lo diverso.

Desirée Flor.



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