Asabedi

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miércoles, 28 de diciembre de 2016

III JORNADAS DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA DISCAPACIDAD


La Asociación de Ayuda a la Integración de las Personas con Discapacidad (Asabedi), con la colaboración de los centros educativos I.E.S Casas Viejas, C.E.I.P. Padre Muriel y C.E.I.P. Tajo de las Figuras, celebró durante las primeras semanas de diciembre, y aprovechando el Día internacional de la Discapacidad (3 de diciembre), las terceras jornadas dedicadas a la discapacidad, con el objetivo de sensibilizar y poner en contacto a las nuevas generaciones sobre la existencia de esta población y de la importancia y enseñanza en formas, valores y capacidades que nos pueden aportar.

Estas jornadas comenzaron el día 2 de diciembre en el I.E.S. Casas Viejas realizándose charlas y diversos talleres a los grupos de 1º y 2º de ESO.
La charla a la que titulamos “Antes y después de la discapacidad”, fue realizada por una persona con discapacidad con el fin de causar el máximo impacto y atención por parte del alumnado.

Como persona directamente implicada, debo decir que personalmente me sirvió como terapia, ya que me estrenaba por primera vez en el voluntariado de esta asociación, nunca había hablado tan claramente sobre mí, y mucho menos exponerme a un público formado por amigos y ex-profesores.
Temía sus preguntas y sus reacciones, sintiéndome desprotegida en un entorno tan conocedor de mi persona y mis circunstancias.
Pero se consiguió lo esperado, una gran aceptación por parte de alumnado y profesorado, obteniendo por su parte toda la atención.
Personalmente me llena de orgullo el haberme superado, dejar atrás miedos y fantasmas, enseñarles ese día algo, aunque no fuese ciencias, matemáticas o historia, y haber participado de forma tan directa en estas jornadas.
Para mí ha sido una inyección de autoestima y seguridad.

Al mismo tiempo, los otros voluntarios de Asabedi realizaron varios talleres donde los alumnos experimentaron lo que eran las dificultades y limitaciones a las que se enfrentan estas personas. Se realizaron tres talleres atendiendo a distintas discapacidades.
Para discapacidad auditiva, cada alumno debía aprender a decir su nombre en lengua de signos; para la discapacidad visual, con los ojos vendados y atendiendo a los demás sentidos, cada participante tenía que adivinar qué objeto se les presentaba, y luego escribirlo en un papel, aún con la visión anulada; para  la discapacidad motora, los alumnos tenían que hacer un dibujo al óleo, pero sin utilizar las manos, por lo que el pincel tenían que agarrarlo con la boca.

Estas actividades tuvieron una gran aceptación por el alumnado ya que se les brindó un día diferente, y cuyas enseñanzas no vienen en los libros.

El día 7 de diciembre se realizaron estos mismos talleres en el C.E.I.P. Padre Muriel con los alumnos de primaria. El día acompañó, y los talleres se  realizaron al aire libre, haciéndose posible que el espacio propiciase un ambiente diferente. Los alumnos se mostraron muy participativos y comprometidos.

El día 9 de diciembre las actividades fueron realizadas en el C.E.I.P. Tajo de las Figuras, con el alumnado de primaria. Al igual que en el anterior centro, el día estuvo fantástico y  las actividades se realizaron al aire libre, fue todo muy dinámico, y estuvieron muy participativos y estimulados.

El día 12 de diciembre estuvimos en ambos centros con los más pequeños, los alumnos de infantil (de 3 a 5 años). Les proyectamos el corto “Cuerdas”, y después hicimos un coloquio donde les hicimos preguntas sobre el visionado, dejándoles que se expresaran libremente, ya que los niños pequeños son muy impredecibles, preguntan y se expresan sin pensarlo de forma limpia y pura, totalmente espontánea y natural, resultando muy curiosa su particular visión sobre la discapacidad.
Con esta última actividad se clausuraron las jornadas de este año.

Como voluntarios salimos muy satisfechos, y coincidimos en que fue una experiencia muy gratificante. Y con este buen sabor de boca, mis compañeros y yo esperamos volver el año que viene.


Desirée Flor. 












jueves, 15 de diciembre de 2016

EXPERIENCIAS PERSONALES: "PIN PON ES UN MUÑECO..."

“Pin Pon es un muñeco muy guapo y de cartón, de cartón, se lava la carita con agua y con jabón, con jabón...”

He comenzado a contar esta historia con una canción infantil porque a eso se dedica una de las protagonistas de nuestro relato: Una madre de Benalup. 
Muchos de nuestros hijos, nietos o sobrinos han pasado por sus manos y sus cuidados. Nos referimos a Antonia Carmona, educadora infantil en la Guardería Municipal de Benalup-Casas Viejas, directiva de la Asociación de Ayuda a la Integración de Personas con Discapacidad de Benalup-Casas Viejas (Asabedi) y madre de tres hijos.


Las circunstancias de su vida la han colocado al frente de este proyecto llamado “Asabedi”, y su espíritu de lucha la han impulsado a que se realizara, y así ayudar a muchas personas.

Junto a su marido, después de una larga búsqueda de sus niños y un inicio de proceso de adopción, vinieron esos tres niños a sus 36 años. Su embarazo se desarrolló con normalidad, pero existían riesgos, y en todas las revisiones a las que era sometida siempre existía la sombra de que uno de sus tres hijos era más pequeño. Pero a pesar de ello, decidió ser valiente y seguir adelante con todas las consecuencias que vinieran.

Nacieron esos niños, dos de ellos en peso y estatura dentro de la normalidad (teniendo en cuenta que se adelantaron un mes y era un embarazo múltiple), y una más pequeña.

Esta niña era Marta.

Con tan sólo abrir sus ojitos y sus pulmones, fue separada de su mamá y de sus hermanos para pasar tres meses en una incubadora con un respirador artificial. Sus pulmones no funcionaban bien, los médicos pensaban que esa niña sí iría a casa con su familia, pero con un respirador artificial. Hasta que la pequeña Marta una noche se desconectó ella solita, y comenzó a respirar por sí misma. Ahí ya estaba demostrando que quería luchar, que quería estar en esta vida y pelear contra lo que viniera.

Su desarrollo motórico iba acorde con su edad, pero su desarrollo cognitivo iba muy por detrás. Realizaba muchas conductas estereotipadas, no se comunicaba, no atendía a órdenes... Pensaron que no escuchaba bien. 
Después de realizar muchas pruebas, efectivamente Marta presentaba una sordera profunda. Su tratamiento: audífonos. Fue la primera vez que Antonia escuchó “mamá” de su hija Marta.


En el periodo de 3 a 5 años y con esa esperanza de mejorar, la niña comenzó varias terapias como rehabilitación logopédica, piscina, fisioterapia, profesor particular de educación especial y terapia ocupacional por parte de la USMI (Unidad de Salud Mental Infantil).
Por este tiempo también se le diagnosticó un Retraso Mental Severo Profundo debido a una lesión cerebral causada por una falta de oxígeno al nacer.
Además, se le intervino por problemas de garganta, lo que provocó en Marta una mudez inexplicable y con ello, un lenguaje inexistente.

A pesar de todos estos avatares, pruebas, diagnósticos, médicos, etc. Antonia y su marido siguieron luchando y afrontando con la máxima fortaleza todo lo que les iba viniendo, contando además, con todo el cariño y apoyo de sus familias, amigos y compañeros de trabajo.

A nivel escolar, Marta no estaba preparada para iniciar sus estudios de primaria en un centro ordinario, así que se optó por un centro específico en Jerez de la Frontera.
Las idas y venidas a Jerez y las terapias que seguía la niña, tenían a Marta alterada, agobiada y cansada, pero aun así esta situación se mantuvo un año.

Antonia comenzó en este momento su lucha particular, amparándose en las leyes y sus derechos, motivada por el Ayuntamiento de nuestro pueblo y el C.E.I.P Padre Muriel, y sobre todo, por el bienestar de su hija, en la creación de un aula especifica en este centro para que su hija estuviera mejor, más cerca y tranquila. Finalmente se consiguió, y Marta estuvo sin presiones, más relajada (se mantuvo sólo la piscina como terapia) y más cerca de casa.

Cuando terminó su periodo en el centro, Marta se encontró con la problemática de tener que abandonarlo y quizás tener que trasladarse de nuevo,  pero Antonia luchó para que su hija se quedara hasta los 16 años. Es por todo esto y más, que Antonia estará infinitamente agradecida al C.E.I.P. Padre Muriel por todo el apoyo que este colegio mostró en su lucha personal.

Actualmente Marta tiene 17 años, y es un torbellino de energía. 
No controla esfínteres, no comunica oralmente, en diversas situaciones se altera y se pone nerviosa, pero en general, y físicamente se encuentra muy bien y muy feliz. 
Vive con sus padres y sus hermanos, los cuales han sido su mayor motor de fuerza, apoyo y estimulación para ella. La relación con sus hermanos es excelente y la quieren muchísimo. La cuidan y la ayudan. Además, sus hermanos también son un gran apoyo y descanso para sus padres.

La niña está totalmente integrada en su familia y su entorno. Los domingos hacen muchas comidas donde se reúnen sus tíos, primos, abuelos... Marta es una más allí.
Le encanta la piscina y el campo. En definitiva, es una niña que disfruta y es muy feliz a su manera.

Su futuro y lo que pueda pasar, se encuentra en una incertidumbre. Según su madre, “no pienso en el futuro, sino en el día a día, y los problemas que surjan, cuando surjan, pues se irán afrontando”, “no puedes esperar a que te lo den todo hecho, hay que luchar para conseguir las cosas, luchar por tus hijos, amparándose en las leyes y en sus derechos”.

Nunca dudamos, y sabemos todos los que la conocemos, que esta lucha continuará.


"...Pin pon se va a la cama, se acuesta y a dormir, a dormir."

Desirée Flor