Nana Ciruela.
Nana Ciruela
es un hada que saca a los niños de problemas persiguiendo hacer que los demás
sean felices y facilitarles la vida. Con eso le basta y está contenta, saber
que tienen ese ratito dulce a pesar de haber trabajado incansablemente para ver
esas sonrisas dibujadas en sus rostros.
Esta Nana
existe de verdad, no sólo se queda en un dibujo animado. Son personas que
aparecen en nuestras vidas en momentos complicados y nos rescatan y guían
cuando no nos encontramos abriendo
ventanas que dejan pasar la luz cuando no la vemos. Él o la que la conoce la
adora y una de sus sobrinas la corona con éste pseudónimo, cosa que le encanta.
No sólo se
encarga de cuidar a su familia y a sus amigos sino que es uno de los pesos
pesados de la Asociación de Discapacidad de Benalup (ASABEDI).
Ana Victoria
Estudillo Legupín es de la persona que estamos hablando y esta vez éstas líneas
van para tí.
Como muchas
personas, esta particular Nana también tiene una historia detrás. Las
circunstancias y la vida a veces nos pone en un camino, nos marca un antes y un
después, nos hace ver qué es lo importante y conocer claramente cuál es nuestro
propósito y para qué estamos destinados.
Un día
cualquiera y de manera repentina, a sus 18 años y en un momento de cambio y
transición en su vida, al comienzo de nuevos estudios (Técnico en Anatomía
Patológica y Citología), un centro nuevo (IES. Carlos Castilla del Pino), otra
localidad (San Roque), Ana comienza a encontrarse mal. Sus fuerzas comenzaron a
flaquear, parte de su cuerpo empezó
hinchándose, llenarse de manchas y más tarde apareció el hormigueo y la
parálisis lateral de su cuerpo entre otros síntomas. Su sistema inmunológico
estaba sufriendo algo que no supieron identificar con claridad en ese momento,
ni ahora en la actualidad. No sabían cómo se iba a presentar ni cuál iba a ser
su pronóstico. Sólo mandaron medicación y mucha rehabilitación.
Para una
persona muy activa que abarca todo lo que se le presenta y más ,si puede, verse
de repente sin poder moverse, así de limitada y dependiente era muy frustrante
y para su familia, sus padres, sus tres hermanas y en ese momento dos de sus
seis sobrinos se les pararon la vida. No entendían lo que estaba pasando.
Pero con la
ayuda de su familia que fue una piña, algunos de sus amigos y otros que lejos
de alejarse se subieron en su tren a pesar de que en ese momento fuera cargado
de dificultades y problemas , la constancia, la voluntad y la cabezonería que a
los Tauro les caracteriza, consiguió poco a poco recuperarse y volver a lo que
era.
Porque sí,
porque no le da la gana cortarle a esta mariposa las alas, porque no acepta un “NO”
por respuesta, porque no se conforma e intenta llevarte al límite de tus
capacidades y demostrar que sí se puede,
porque intenta meterse en todos los líos que pueda y sobre todo porque intenta
hacer feliz porque simplemente así ella lo es…todo esto hizo que poco a poco
comenzara de nuevo a bailar.
Bailar y su
querido carnaval, dos de sus pasiones y lo que la movieron y motivaron a
caminar de nuevo. El baile fue crucial y su meta fijada a corto plazo. Tenía
que volver a sentir el crujir de las tablas del escenario, deslizarse dentro de
esos trajes de flamenca y calzarse de nuevo sus tacones de baile. Y no paró
hasta conseguirlo pero el camino hasta llegar a ese punto no fue fácil. Estuvo
lleno de llanto, frustración e impotencia sobre todo por ver el sufrimiento que
tenían sus padres, su familia… por el que intentaba contener la compostura y
guardar las formas, mitigar su sufrimiento, mantenerlo a raya para así no
preocupar.
Se incorporó
a sus estudios, los finalizó pero su propia experiencia y toda su problemática la hizo ponerse en el
camino de la ayuda, la humanidad, del más débil y del que la necesita. Movida
por una de sus hermanas y convencida de que ese era su camino cursó estudios
universitarios de magisterio especializado en educación especial. Desde
entonces la discapacidad se convirtió en uno de sus motores.
Finalizó
esta preciosa carrera y desde entonces dedica su vida en torno a la docencia y
a tratar con personas con discapacidad ,
da clases particulares, trabaja y realiza proyectos en la asociación de
discapacidad local (ASABEDI, en la que lleva casi 10 años y considera como uno
de sus hijos),se convierte en Minnie Mouse cuando realiza animaciones
infantiles en bodas, bautizos y comuniones, cuida de un Down que es
maravilloso, les dedica su tiempo a su familia y sobrinos (que la adoran) y a
alguna que otra que la necesite en algún momento…es “una todo terreno” que vive
estresada y que no va a llegar a los cincuenta, y si el día tuviera más horas,
más abarcaría…porque no concibe su vida de otra forma y sin que algo le esté
rondando la cabeza.
Realiza
muchos proyectos enfocados a que su niño (ASABEDI) salga adelante y funcione
con su ayuda y con la de todos los que colaboran para hacer que su entorno más
próximo mejore, mejoren las personas volviéndolas más empáticas, darle mayor
visibilidad y normalización a la discapacidad, facilitarles la vida…en
definitiva luchar por la igualdad y la mejora del trocito de mundo donde
vivimos.
Aunque los
médicos no le garantizan que lo que le pasó vuelva a remitir, viva bajo la
sombra de la incertidumbre y su familia, en especial su madre, teman de nuevo
que ese pánico vuelva otra vez a instalarse en sus vidas, Ana confiesa que no
cambiaría lo que le pasó, sólo suprimiría el sufrimiento que les causó esa
situación a sus padres.
Supo darle
la vuelta a la tortilla y convertirlo en un proceso de aprendizaje. Con esta
forma de pensar y encarar el problema nos viene a decir que hay que sacar
siempre lo positivo e incluso cuando la situación se presenta lo más adversa y
negativa y extraer el mejor jugo de las personas.
Desde mi
persona decirte que aunque hace poco que nos relacionamos pero mucho que me
conoces sabes que tienes todos mis respetos y que valoro mucho la labor que
haces en Asabedi y en todo lo que te involucras. Muchas veces te has referido a
mí con palabras como fuerza, constancia, ejemplo…tú tampoco te quedas detrás.
Llevas una gran responsabilidad social sobre tu espalda y la barita mágica en
la vida de mucha gente.
Desirée
Flor.