Desde pequeños.
Cuando surgen problemas en el
desarrollo del niño de cualquier tipo lo más importante es la
detección precoz y más rápida posible de estos para poder
trabajarlos. La atención temprana nos permite detectar
sintomatología,trabajar capacidades y hacernos una idea de qué es
lo que se debe trabajar y reforzar.
Muchos de ellos se detectan en las
Escuelas Infantiles. La figura de la educadora infantil en muchas de
las ocasiones es crucial e indispensable ya que son personas por las
que han pasado muchos niños y conocen la evolución y el desarrollo
de estos. Saben perfectamente la edad y los parámetros estipulados a
la hora de comienzo o finalización de conductas ,aprendizajes o
desarrollo madurativo y psíquico. Actúan cómo voz de alerta cuando
se presenta alguna discapacidad.
La educación infantil en las Escuelas
Infantiles es la base,la base para la sociabilización y el contacto
con los iguales,el primer desapego emocional y físico de la madre,la
interiorización de primeros aprendizajes como controlar
esfinteres,aprender a comer (de comidas molidas o líquidas a enteras
y sólidas),figuras geométricas,colores,conteo,valores como convivir
y compartir...
La labor de estos profesionales y esta
etapa es muy importante para su desarrollo y sobre todo si hablamos
de niños con necesidades educativas especiales.
Paqui Barberán nos ha dado su punto de
vista más personal sobre el tema. Ha trabajado como educadora
infantil en la Escuela Infantil municipal de nuestra localidad y ha
tratado la discapacidad muy de cerca de forma profesional y personal.
Ha vivido la discapacidad desde muy
pequeña y la ha tenido muy de cerca, en el seno de su familia.
Familia que lo ha llevado con naturalidad,lo han aceptado, que está
llena de buenas personas y llena de valores como la solidaridad, el
apoyo a los demás y el compromiso, los cuales han sabido
trasladarlos a sus hijos con el lema de “no podemos arreglar el
mundo pero si el trocito en el que vivimos”.
Nunca han visto una discapacidad como
una carga o responsabilidad sino como seres especiales que necesitan
un cuidado y un trato especial y distinto que cabalgan a otro ritmo y
con capacidades diferentes los cuales están cargados de enseñanzas
y pueden cambiar nuestra forma de concebir y ver la vida. Enseñanzas
como la empatía y el amor. Hacer las cosas simplemente porque
amamos,respetamos y aceptamos a las personas tal y como son.
Personalmente he tenido la suerte de
conocerla,estar cerca de ella y realizar unas prácticas bajo su
supervisión en mi época de estudiante. He podido observar y vivir
el trabajo de estas profesionales desde dentro. Personas
comprometidas con su trabajo y que ofrecen una trato impecable a los
más pequeños.
Muchos de los padres con los que me he
entrevistado para la la realización de algunas de las historias de
este blog han coincidido que gracias a la labor de las educadoras de
las Escuelas Infantiles han podido detectar que algo no iba bien con
sus hijos.
El mimo y el amor hacia estas
personitas es inmenso y su trato el apropiado y más si se trata de
niños con necesidades especiales.
Durante esas prácticas tuvimos en
nuestra clase niños con discapacidad. Al principio se iba con una
gran incertidumbre y un cierto miedo en su trato y cuidado pero
comprendes que son niños y necesitan su espacio y tiempo para jugar
y relacionarse. Los niños con discapacidad generalmente están
rodeados de adultos y tienen conciencia cuando se habla de ellos y
las expectativas que se tienen sobre estos. Necesitan tener su
espacio, respirar y jugar con sus iguales. Aunque tengamos miedo en
delegar su cuidado en otras personas o dejarlos hacer ciertas cosas
debemos mirarles desde un segundo plano, nos sorprendería ver de lo
que son capaces de hacer y cómo se relacionan.
Se aprende mucho de las personas con
discapacidad, aprendizajes en lo profesional y personal. Nos damos
cuenta que este aprendizaje nos llena profundamente y que siempre va
en doble dirección.
Paqui Barberán ahora es madre e
intenta que su hijo se forme en un ambiente donde la diversidad forme
parte de lo cotidiano,donde todos tengamos cabida y valorar a cada
persona por lo que nos puede aportar. Que crezca y se desarrolle con
los valores que ella misma adquirió de sus padres, de su familia a
la cuál ama y respeta.
Desde mi humilde persona gracias a los
educadores que se dedican ha formar a personas desde pequeñas en
valores y en lo diverso.
Desirée Flor.