LOS JÓVENES FRENTE A LA DISCAPACIDAD.
Siempre que vemos a una persona con
discapacidad o alguna dificultad se tiene el instinto de ayuda y
protección.
Cuando somos pequeños no reparamos en
las diferencias ni físicas ni intelectuales,somos almas blancas que
jugamos y convivimos unos con otros. Conforme van pasando los años
esa percepción se va empañando,contaminando ya sea por el ambiente
en el que vivimos o la sociedad en general.
Como al arbolito que crece torcido le
ponemos un apoyo para que crezca fuerte y derecho, debemos trabajar
con los más pequeños desde los valores,la tolerancia,el respeto y
la empatía para que se hagan hombres y mujeres concienciados.
Es importante desde edades tempranas
que los más pequeños estén en contacto con la discapacidad para
llegar a un futuro de normalización. Que vean distintos estilos de
vida, diversos comportamientos, ritmos y maneras de realizar las
cosas. Sólo así,desde los cimientos, llegaremos ha construir una
sociedad más diversa donde todos tengamos cabida ya no sólo por la
inclusión del gran colectivo existente en nuestro país de personas
con discapacidad, sino por otras razas,religión,orientación
sexual...
Que no se vea a personas con
discapacidad no significa que no estén o que no las haya. En muchas
ocasiones se encuentran con muchas trabas a nivel laboral, de apoyo
moral, de reconocimiento...barreras de muchos tipos, y no debemos
olvidar que todos al igual que somos válidos, podemos enseñar
cosas, también todos tenemos carencias. Sólo tenemos que encontrar
el equilibrio mediante el apoyo y el respeto.
En la sociedad en la que vivimos se va
teniendo más conciencia sobre este colectivo. Cada vez desde las
distintas instituciones se están reconociendo más,cada vez son más
los que se dejan ver, y gracias a ellos se va abriendo camino y la
mente.
El sector de la juventud,el futuro
próximo, cada vez está más comprometida,más llena de apoyo y más
solidaria participando activamente en actos,asociaciones y distintas
organizaciones luchando por construir un futuro más igualitario y
justo.
En este aspecto aún nos queda mucho
por hacer,que pelear,por recorrer...para que no nos encontremos en el
camino tantos “NO” y tantas barreras. Desde aquí pedir ponernos
más en el lugar del otro,facilitar más la vida a estas personas e
intentar que lo diverso sea lo cotidiano.
Desirée Flor