La música y la danza son artes que nos permiten transmitir
sentimientos, emociones, nos permiten hablar sin necesidad de palabras y nos
erizan la piel con sólo escuchar unas notas.
Al bailarín, sentir la emoción de calzarse sus zapatos; y al
músico, salir las primeras notas de su instrumento.
Es la pura combinación y mestizaje de la melodía, la armonía y
el ritmo.
Nuestro protagonista es la combinación de todo esto con un
añadido que lo hace más valiente, con más fuerza y complejo, la hipoacúsia.
Francisco Javier es un niño de 11 años, cursa 5º de
Primaria, saca muy buenas notas, está rodeado de amigos y aficiones como el baile
flamenco y tocar la batería. Baila en una de las agrupaciones flamencas de la
localidad y recibe clases de batería. Aficiones que se ven muy complicadas para
un niño que sufre problemas de audición.
Desde el nacimiento y tras someterse a las pruebas que se
realizan durante los primeras horas y días, se sabía que el niño tenía problemas
de audición, pero fue a los dos años y
tras la realización de “la Bera” (es una prueba objetiva que permite medir
las aptitudes auditivas de un paciente sin necesidad de colaboración o
cooperación activa, se realiza en niños muy pequeños que no nos pueden dar
información, y a los padres se les da las indicaciones pertinentes para que el
bebé esté tranquilo y no sea necesaria la sedación de éste, esperando al sueño
para exponerlo a estímulos auditivos) cuando confirmaron que Francisco Javier padecía
de un Hipoacúsia bilateral neurológica de carácter genética, ya que tiene
antecedentes directos provenientes de varias generaciones: su bisabuelo, su
abuelo, su tía y él.
Fue a los dos años también cuando le realizaron una
intervención de vegetaciones, ya que el niño sufría de "entaponamientos" y una
fuerte alergia que le agravaba su problema de audición. Además se le colocaron
los audífonos, y Francisco Javier empezó a descubrirse auditivamente, a descubrir los sonidos
corporales que emitía, los sonidos internos y los que procedían del exterior.
Mejoró así su audición.
Durante su etapa de guardería, su educadora Sole jugó un
papel fundamental en la adaptación de Francisco Javier a sus audífonos, estando
siempre pendiente de que no se los quitara, de que no los perdiera, o de que no
se diera ningún golpe. También se ocupó de que los demás niños lo vieran
con normalidad.
Ya en primaria utilizaba la Frecuencia FM (aparato que
facilita la audición a personas con problemas en espacios más amplios, donde los
ruidos o ecos nos hacen difícil la audición) y llevaba un seguimiento por
parte de la logopeda del EOE ( Equipo de Orientación Educativa).
Y es que Francisco Javier ha sido un niño que desde edad muy
temprana ha recibido mucha estimulación tanto de casa (su madre, Inmaculada, es
educadora infantil) como de profesionales (recibió Atención Temprana casi 5
años). Su audición siempre ha estado muy educada y cuidada.
Todas estas idas y venidas a hospitales y especialistas han
hecho que para Francisco Javier sea un
ambiente muy familiar, y la realización de las pruebas sea algo normal y
rutinario.
Nunca ha visto los audífonos como algo negativo o ha
considerado que su utilización fuera un pesar, al revés, los ha considerado una
herramienta que le permite mejorar y tener una mayor calidad de vida.
Se encarga de su mantenimiento y cuidado, cuida que no se
caigan o le den golpes, los limpia, les cambia sus pilas. También cuida mucho su
alimentación, evitando ingerir alimentos y bebidas perjudiciales para él, cuida
sus baños en playas y piscinas, y evita exponerse a sonidos y ruidos estridentes
o demasiado fuertes.
En el entorno escolar,estudia en el CEIP. Tajo de las
Figuras, es un niño que tiene muchos amigos, en clase lo respetan y están muy
acostumbrados a verlo siempre con sus
audífonos.
A pesar de sus problemas de audición, nunca ha presentado
retrasos en la comunicación y el
lenguaje, ya que según su madre en ese sentido ha sabido camuflar muy bien y de
manera inteligente su discapacidad, captando toda la información, lo que le ha
permitido seguir el currículo estipulado para su curso y edad.
Con estos pensamientos hecho palabras he podido comprobar
personalmente el alto nivel de madurez y gran sentido de la responsabilidad que
tiene. Esto se traduce y auguro que será una persona muy luchadora, positiva y
llena de virtudes.
Francisco Javier tiene una hermana casi cuatro años mayor que
él, Paola. Desde pequeña ha sido muy consciente de la discapacidad de su hermano
y del por qué sus padres le han tenido que prestar más tiempo y cuidados. La han
tenido que dejar atrás en muchas ocasiones, aunque esto ha hecho que sea una adolescente
responsable, fuerte e independiente. Esto no significa que sus padres no
hayan sabido gestionar los tiempos y la atención hacia sus dos hijos, dándoles
su lugar a los dos por igual.
Francisco Javier ha sido un niño muy protegido
por todos, y ahora le están dando más libertad e independencia en cuanto a
las decisiones y acciones, y Paola necesita ahora más de sus padres.
Los hermanos comparten la afición por la música. Él recibe
clases de batería y ella clases de canto y a veces la acompaña a la batería en
sus conciertos.
La música es su pasión, pero ambos tienen como prioridad sus
estudios y no los descuidan.
Otra de las aficiones de Francisco Javier es el baile
flamenco. Baila en una de las agrupaciones de la localidad llamada “Al calor
de las tablas”. Siempre están ensayando bailes y pasos nuevos, y
organizan muchos certámenes de baile donde ayudan a las asociaciones, sobre todo a Asabedi.
El baloncesto es uno de sus deportes favoritos. Lo practica, pero con la dificultad de que no puede ponerse los audífonos para no darse golpes y
clavárselos en los oídos, y por ello presenta problemas para atender las órdenes
y mandatos en espacios abiertos.
Sus padres tienen aceptada la discapacidad de su hijo teniendo en cuenta los antecedentes familiares que presenta. Y es que esta
problemática en su familia ha hecho que Francisco Javier acepte su discapacidad
y lo tome con la mayor naturalidad. Su entorno le ha proporcionado eso, y por
ese motivo Francisco Javier está muy agradecido con su familia, ya que la familia es
uno de los pilares fundamentales en los que las personas con discapacidad
encuentran apoyo, seguridad y equilibrio emocional.
Su discapacidad, su entorno, sus padres, su hermana, sus
amigos y sus aficiones han dado lugar a la creación de una persona empática, con una
actitud luchadora, positiva, con afán de superación y con una gran sensibilidad.
Y es que a veces ante las adversidades las personas nos
crecemos, y aunque se sufra, podemos llegar a sacar lo mejor de nosotros mismos.
Desirée Flor.
Desirée, no se como agradecerte el trato tan maravilloso que le has dado a mi hijo para trabajar su historia. Eres maravillosa, tienes una personalidad impresionante, eres capaz de sacar el lado positivo a todo lo que se tropiece contigo. Sigue así de luchadora contigo misma y trabajando infinitas experiencias aquí para compartir con todos. Felicidades.
ResponderEliminarGracias inma.seguire con esto y todo el q venga a hablar conmigo,lo espero encantada,lo escuchare y intentare transmitir y llegar a todo el que me lea.Gracias a vosotros por confiar en mi y dejarnos entrar en vuestras vidas.desi flor
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