Asabedi

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lunes, 1 de mayo de 2017

EXPERIENCIAS PERSONALES "AL COMPÁS DE LA MÚSICA"

La música y la danza son artes que nos permiten transmitir sentimientos, emociones, nos permiten hablar sin necesidad de palabras y nos erizan la piel con sólo escuchar unas notas.
Al bailarín, sentir la emoción de calzarse sus zapatos; y al músico, salir las primeras notas de su instrumento.
Es la pura combinación y mestizaje de la melodía, la armonía y el ritmo.

Nuestro protagonista es la combinación de todo esto con un añadido que lo hace más valiente, con más fuerza y complejo, la hipoacúsia.

Francisco Javier es un niño de 11 años, cursa 5º de Primaria, saca muy buenas notas, está rodeado de amigos y aficiones como el baile flamenco y tocar la batería. Baila en una de las agrupaciones flamencas de la localidad y recibe clases de batería. Aficiones que se ven muy complicadas para un niño que sufre problemas de audición.


Desde el nacimiento y tras someterse a las pruebas que se realizan durante los primeras horas y días, se sabía que el niño tenía problemas de audición, pero fue a los dos años y tras la realización de “la Bera” (es una prueba objetiva que permite medir las aptitudes auditivas de un paciente sin necesidad de colaboración o cooperación activa, se realiza en niños muy pequeños que no nos pueden dar información, y a los padres se les da las indicaciones pertinentes para que el bebé esté tranquilo y no sea necesaria la sedación de éste, esperando al sueño para exponerlo a estímulos auditivos) cuando confirmaron que Francisco Javier padecía de un Hipoacúsia bilateral neurológica de carácter genética, ya que tiene antecedentes directos provenientes de varias generaciones: su bisabuelo, su abuelo, su tía y él.

Fue a los dos años también cuando le realizaron una intervención de vegetaciones, ya que el niño sufría de "entaponamientos" y una fuerte alergia que le agravaba su problema de audición. Además se le colocaron los audífonos, y Francisco Javier empezó a descubrirse auditivamente, a descubrir los sonidos corporales que emitía, los sonidos internos y los que procedían del exterior. Mejoró así su audición.

Durante su etapa de guardería, su educadora Sole jugó un papel fundamental en la adaptación de Francisco Javier a sus audífonos, estando siempre pendiente de que no se los quitara, de que no los perdiera, o de que no se diera ningún golpe. También se ocupó de que los demás niños lo vieran con  normalidad.


Ya en primaria utilizaba la Frecuencia FM (aparato que facilita la audición a personas con problemas en espacios más amplios, donde los ruidos o ecos nos hacen difícil la audición) y llevaba un seguimiento por parte de la logopeda del EOE ( Equipo de Orientación Educativa).
Y es que Francisco Javier ha sido un niño que desde edad muy temprana ha recibido mucha estimulación tanto de casa (su madre, Inmaculada, es educadora infantil) como de profesionales (recibió Atención Temprana casi 5 años). Su audición siempre ha estado muy educada y cuidada.

Todas estas idas y venidas a hospitales y especialistas han hecho que  para Francisco Javier sea un ambiente muy familiar, y la realización de las pruebas sea algo normal y rutinario.
Nunca ha visto los audífonos como algo negativo o ha considerado que su utilización fuera un pesar, al revés, los ha considerado una herramienta que le permite mejorar y tener una mayor calidad de vida.
Se encarga de su mantenimiento y cuidado, cuida que no se caigan o le den golpes, los limpia, les cambia sus pilas. También cuida mucho su alimentación, evitando ingerir alimentos y bebidas perjudiciales para él, cuida sus baños en playas y piscinas, y evita exponerse a sonidos y ruidos estridentes o demasiado fuertes.

En el entorno escolar,estudia en el CEIP. Tajo de las Figuras, es un niño que tiene muchos amigos, en clase lo respetan y están muy acostumbrados a verlo siempre con  sus audífonos.
A pesar de sus problemas de audición, nunca ha presentado retrasos en la  comunicación y el lenguaje, ya que según su madre en ese sentido ha sabido camuflar muy bien y de manera inteligente su discapacidad, captando toda la información, lo que le ha permitido seguir el currículo estipulado para su curso y edad.

Con estos pensamientos hecho palabras he podido comprobar personalmente el alto nivel de madurez y gran sentido de la responsabilidad que tiene. Esto se traduce y auguro que será una persona muy luchadora, positiva y llena de virtudes.

Francisco Javier tiene una hermana casi cuatro años mayor que él, Paola. Desde pequeña ha sido muy consciente de la discapacidad de su hermano y del por qué sus padres le han tenido que prestar más tiempo y cuidados. La han tenido que dejar atrás en muchas ocasiones, aunque esto ha hecho que sea una adolescente responsable, fuerte e independiente. Esto no significa que sus padres no hayan sabido gestionar los tiempos y la atención hacia sus dos hijos, dándoles su lugar a los dos por igual. 
Francisco Javier ha sido un niño muy protegido por todos, y ahora le están dando más libertad e independencia en cuanto a las decisiones y acciones, y Paola necesita ahora más de sus padres.


Los hermanos comparten la afición por la música. Él recibe clases de batería y ella clases de canto y a veces la acompaña a la batería en sus conciertos.
La música es su pasión, pero ambos tienen como prioridad sus estudios y no los descuidan.

Otra de las aficiones de Francisco Javier es el baile flamenco. Baila en una de las agrupaciones de la localidad llamada “Al calor de las tablas”. Siempre están ensayando bailes y pasos nuevos, y organizan muchos certámenes de baile donde ayudan a las asociaciones, sobre todo a Asabedi.


El baloncesto es uno de sus deportes favoritos. Lo practica, pero con la dificultad de que no puede ponerse los audífonos para no darse golpes y clavárselos en los oídos, y por ello presenta problemas para atender las órdenes y mandatos en espacios abiertos.

Sus padres tienen aceptada la discapacidad de su hijo teniendo en cuenta los antecedentes familiares que presenta. Y es que esta problemática en su familia ha hecho que Francisco Javier acepte su discapacidad y lo tome con la mayor naturalidad. Su entorno le ha proporcionado eso, y por ese motivo Francisco Javier está muy agradecido con su familia, ya que la familia es uno de los pilares fundamentales en los que las personas con discapacidad encuentran apoyo, seguridad y equilibrio emocional.


Su discapacidad, su entorno, sus padres, su hermana, sus amigos y sus aficiones han dado lugar a la creación de una persona empática, con una actitud luchadora, positiva, con afán de superación y con una gran sensibilidad.

Y es que a veces ante las adversidades las personas nos crecemos, y aunque se sufra, podemos llegar a sacar lo mejor de nosotros mismos.



                                                                                       Desirée Flor.

2 comentarios:

  1. Desirée, no se como agradecerte el trato tan maravilloso que le has dado a mi hijo para trabajar su historia. Eres maravillosa, tienes una personalidad impresionante, eres capaz de sacar el lado positivo a todo lo que se tropiece contigo. Sigue así de luchadora contigo misma y trabajando infinitas experiencias aquí para compartir con todos. Felicidades.

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  2. Gracias inma.seguire con esto y todo el q venga a hablar conmigo,lo espero encantada,lo escuchare y intentare transmitir y llegar a todo el que me lea.Gracias a vosotros por confiar en mi y dejarnos entrar en vuestras vidas.desi flor

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