“ El Alma no lo ve” es una carta que le escribe una amiga a otra que tiene una discapacidad. La publicamos con el objetivo de que sea un ejemplo, en el que la discapacidad no importa ni tiene barreras, y con la intención de mostrar el papel que juegan los amigos.
Los amigos son uno de los pilares fundamentales para las personas con discapacidad. En ellos nos apoyamos, y nos proporcionan estabilidad emocional y seguridad.
Esta carta está escrita en un momento de necesidad, necesidad de mostrar
los sentimientos que se tiene, de gritar que no importa el cuerpo y las
dificultades que existan, sino lo que se siente, que es lo que tiene más fuerza y
peso.
“ El Alma no lo ve”.
Nuestro camino juntos comenzó en el verano del 2003. Yo
empezaba mis estudios en la universidad y necesitaba compartir piso, ella estaba
en la misma situación que yo, así que el destino o llámalo cómo quieras nos
unió.
Comenzamos a compartir habitación, vivencias, fiestas, risas,
llantos, de todo un poco... lo que se dice conectar con otra persona.
Desde entonces no nos hemos separado, aunque ahora no vivimos
físicamente en el mismo lugar, me siento igual o más cerca de ella.
Más que una amiga, mi hermana pequeña, un pilar fundamental
en mi vida, la que siempre está para mí.
Esa discapacidad, aunque a veces la vuelva una persona difícil
de llevar, eso no quita de que sigamos viviendo momentos inolvidables, para
mí, no existe.
Cada día me enseña que la vida es para vivirla y disfrutarla
sorbo a sorbo, sin mirar atrás.
La persona más luchadora que conozco, ¡¡no te rindas nunca!!
¡¡te quiero mucho pequeña!!
Anónimo.
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