La Asociación
de Ayuda a la Integración de las Personas con Discapacidad (Asabedi), con la
colaboración de los centros educativos I.E.S Casas Viejas, C.E.I.P. Padre
Muriel y C.E.I.P. Tajo de las Figuras, celebró durante las primeras semanas de
diciembre, y aprovechando el Día internacional de la Discapacidad (3 de
diciembre), las terceras jornadas dedicadas a la discapacidad, con el objetivo
de sensibilizar y poner en contacto a las nuevas generaciones sobre la existencia
de esta población y de la importancia y enseñanza en formas, valores y
capacidades que nos pueden aportar.
Estas
jornadas comenzaron el día 2 de diciembre en el I.E.S. Casas Viejas
realizándose charlas y diversos talleres a los grupos de 1º y 2º de ESO.
La charla a
la que titulamos “Antes y después de la discapacidad”, fue realizada por una
persona con discapacidad con el fin de causar el máximo impacto y atención por
parte del alumnado.
Como persona
directamente implicada, debo decir que personalmente me sirvió como terapia, ya
que me estrenaba por primera vez en el
voluntariado de esta asociación, nunca había hablado tan claramente sobre mí, y
mucho menos exponerme a un público formado por amigos y ex-profesores.
Temía sus
preguntas y sus reacciones, sintiéndome desprotegida en un entorno tan
conocedor de mi persona y mis circunstancias.
Pero se
consiguió lo esperado, una gran aceptación por parte de alumnado y
profesorado, obteniendo por su parte toda la atención.
Personalmente
me llena de orgullo el haberme superado, dejar atrás miedos y fantasmas, enseñarles ese día algo, aunque no fuese ciencias, matemáticas o historia, y haber participado de forma
tan directa en estas jornadas.
Para mí ha
sido una inyección de autoestima y seguridad.
Al mismo
tiempo, los otros voluntarios de Asabedi realizaron varios talleres
donde los alumnos experimentaron lo que eran las dificultades y limitaciones a
las que se enfrentan estas personas. Se realizaron tres talleres atendiendo a distintas
discapacidades.
Para
discapacidad auditiva, cada alumno debía aprender a decir su nombre en lengua
de signos; para la discapacidad visual, con los ojos vendados y atendiendo a
los demás sentidos, cada participante tenía que adivinar qué objeto se les
presentaba, y luego escribirlo en un papel, aún con la visión anulada; para la discapacidad motora, los alumnos tenían que
hacer un dibujo al óleo, pero sin utilizar las manos, por lo que el pincel
tenían que agarrarlo con la boca.
Estas
actividades tuvieron una gran aceptación por el alumnado ya que se les brindó un
día diferente, y cuyas enseñanzas no vienen en los libros.
El día 7 de
diciembre se realizaron estos mismos talleres en el C.E.I.P. Padre Muriel con
los alumnos de primaria. El día acompañó, y los talleres se realizaron al aire libre, haciéndose posible
que el espacio propiciase un ambiente diferente. Los alumnos se mostraron muy
participativos y comprometidos.
El día 9 de
diciembre las actividades fueron realizadas en el C.E.I.P. Tajo de las Figuras, con el alumnado de primaria. Al igual que en el
anterior centro, el día estuvo fantástico y
las actividades se realizaron al aire libre, fue todo muy dinámico, y
estuvieron muy participativos y estimulados.
El día 12 de
diciembre estuvimos en ambos centros con los más pequeños, los alumnos de
infantil (de 3 a 5 años). Les proyectamos el corto “Cuerdas”, y después hicimos
un coloquio donde les hicimos preguntas sobre el visionado, dejándoles que se
expresaran libremente, ya que los niños pequeños son muy impredecibles,
preguntan y se expresan sin pensarlo de forma limpia y pura, totalmente
espontánea y natural, resultando muy curiosa su particular visión sobre la
discapacidad.
Con esta
última actividad se clausuraron las jornadas de este año.
Como voluntarios salimos muy satisfechos, y coincidimos en que fue una experiencia muy gratificante. Y con este buen
sabor de boca, mis compañeros y yo esperamos volver el año que viene.